¿Los ópalos traen mala suerte?

Los ópalos son piedras preciosas preciosas que se encuentran en la naturaleza en una amplia gama de colores. Debido a su bonito aspecto, los ópalos han sido el centro de muchas supersticiones, algunas eran buenas y otras eran malas. Siempre se les ha atribuido un conjunto mixto de creencias.

El ópalo era un símbolo de buena suerte en la antigüedad

En la Edad Media, llevar un ópalo en la mano se consideraba un símbolo de buena suerte. Debido a sus múltiples colores, se creía que poseía las virtudes de muchas piedras preciosas diferentes cuyo color estaba presente en el ópalo. Algunos escritores y poetas afirmaban que el ópalo tenía un efecto curativo contra el mal de ojo, protegía a las personas vulnerables de los animales salvajes y hacía que las relaciones fueran más intensas.

En las zonas del norte de Europa, las niñas solían usar accesorios de ópalo, porque se creía que el ópalo las protegía del duro clima.

Los griegos creían que provenían del cielo y se utilizaban en adivinación y profecía. Los romanos ricos les daban ópalos a sus esposas para que los usaran como talismanes. Se llevaban como amuleto de buena suerte, ya que los romanos pensaban que debido a su apariencia similar al arco iris, el ópalo podía traer buena suerte a su dueño. Para los romanos, el ópalo también se consideraba un símbolo de esperanza.

Originalmente se creía que los ópalos poseían cualidades mágicas y brindaban previsión a quien los usaba. También se usaban para ayudar a las personas tímidas y reservadas a ser más abiertas en situaciones sociales, porque se pensaba que el ópalo amplificaba los sentimientos y los deseos, promoviendo así la espontaneidad.

Pero ¿por qué se considera que los ópalos traen mala suerte?

Hubo una época en la que los ópalos se asociaban con el hambre y la peste. Durante la época de la peste negra, se creía que los colores de un ópalo eran más intensos cuando su dueño estaba cerca de morir y, si su dueño moría, el ópalo perdería su brillo.

La reputación del ópalo recibió otro golpe en 1829, cuando Sir Walter Scott publicó su novela Ana de Geierstein . En esta novela, la baronesa de Arnheim usa un talismán hecho de ópalo dotado de poderes mágicos, y cuando una gota de agua bendita empaña el talismán, el ópalo pierde sus colores y la baronesa muere justo un momento después. Debido a esa escena, la gente comenzó a asociar los ópalos con el mal augurio y la muerte. Esta novela fue tan popular, que por sí sola tuvo una mala influencia en las ventas de ópalo solo un año después de su publicación.

Hasta el día de hoy, el prejuicio contra los ópalos sigue estando presente. Algunos joyeros ni siquiera los venden e incluso los clientes más supersticiosos los evitan. Es importante saber que, aunque el ópalo todavía tiene cierta “mala prensa”, no todas las propiedades del ópalo se consideraban malas, y es el propietario quien decide qué pensar al respecto.

Si alguien decide usar un Ópalo como accesorio, entonces esa persona decidirá qué representa el Ópalo, porque no solo el Ópalo tiene una gran variedad de supersticiones a su alrededor, también tiene una belleza única y natural en sus múltiples colores.

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